Dos de los gemelos más conocidos
en la historia de Roma son sus fundadores, Rómulo y Remo. Con varias versiones,
ésta es una de las leyendas mitológicas que más se representó en un breve
periodo sobre la moneda romana del periodo del Bajo Imperio Romano.
Según nos cuenta Tito Livio historiador
latino, contemporáneo de la fundación del Imperio, en la ciudad de Alba en el
siglo VIII a.c., Rhea Silvia nieta del onceavo rey de la dinastía, Proca, fue
obligada por su tío Amulio tras haber destronado a su hermano Numitor a ser una Virgen Vestal para garantizarse la
sucesión del Trono imperial, pero ésta fue violada por Marte o eso se dijo para
excusar tal suceso, una Virgen Vestal no podía tener descendencia durante un
periodo de 30 años bajo penas muy severas, y dio a luz a dos gemelos, estos
gemelos legítimos sucesores a la corona fueron arrojados al Tíber, por un esbirro
de Amulio. Los gemelos que iban sobre una cesta de mimbre, no se ahogaron, sino
que navegaron rio abajo hasta que la corriente los hizo encallar bajo la
Higuera Ruminal. Árbol sagrado desde la fundación de Roma por haber protegido
de las inclemencias meteorológicas a los Gemelos. Los encontró una loba enviada
por el dios Marte, la que los protegió y amamantó hasta que un pastor los llevó
a su casa, Faustulo los entregó a su mujer Larentia, donde crecieron, hoy en
día se cree que ésta campesina era una meretriz por el motivo de que la palabra
con que las conocía era “LVPA” que
también significa Loba. Pero dejemos estos temas controvertidos y continuemos
con la leyenda mitológica.
Antoniniano a nombre de Probo
Según nos dice Plutarco
historiador griego posterior a Tito Livio, en la ciudad de Alba, en el palacio
de su injusto y cruento Rey, hubo un suceso sobrenatural, del suelo emergió un
gran falo, permaneciendo allí durante varios días el Rey consultó al oráculo de
Tetis, quien le informó de que si una doncella copulaba con este, procrearía a
un hombre, este sería el más famoso, con más valor y fortuna que se ha conoció.
Tarquecio que este era el nombre del rey, obligó a una de sus hijas a mantener
relaciones con esta aparición, pero ella lo consideró algo indigno para su
estatus y envió a una de sus doncellas para que la sustituyese. Cuando
Tarquecio se enteró ordenó matar a ambas mujeres, pero la diosa Tierra, Vesta, intercedió y vetó esos asesinatos. Tartequio
las encarceló con la promesa de que cuando le tejieran una manta las liberaría,
en cambio durante la noche cuando las dos cautivas dormían vencidas por el
sueño, entraban en su celda unas sirvientas quienes deshacían el trabajo
realizado, de este modo pasaron los días hasta que la sirvienta dio a luz a dos
gemelos, se los arrebató Teracio un sirviente que tenía órdenes de matarlos, en
cambio los colocó en una canasta de mimbre sobe las turbulentas aguas del rio Tíber,
con la esperanza de que aquel hiciese su trabajo, en cambio la canasta navegó
tal que una Falua y llevó a los dos gemelos a la orilla donde los encontró una
loba que los amamantó, mientras los pájaros les llevaban alimento hasta que un
día un bueyero los encontró y llevó a su casa donde los crió.
Centenionalis conmemorativo de la ciudad de Roma
Fue representada esta escena por primera vez en la moneda romana como marca en una serie de cobres anónimos entre los años 169 y 158 a.c., en la que se representaba sobre la proa a Luperca amamantando a los gemelos, como elemento central del reverso en un denario de la Gens Pompeia en el año 137 a.c., en el que se puede ver a Faustulo encontrando a la loba Luperca amamantando a los dos gemelos bajo la higuera Ruminal, sobre ella pájaros. Durante el alto imperio se labraron solamente a Rómulo y Remo amamantándose de la loba, sobre monedas de los tres metales y a nombre de varios emperadores, fue un motivo al que se recurrió con cierta frecuencia. Durante el periodo del Bajo Imperio Romano hubo dos emperadores que la labrasen en sus reversos, Carausio fue el primero representándolo sobre Denarios y Antoninianos con varias leyendas, Majencio sobre Argentos y Follis como elemento principal, aunque también lo usó como símbolo complementario del reverso. Constantino I en el año 330 d.c. inició una serie conmemorativa de la ciudad de Roma, Constantinopla y del Pueblo Romano, en esta serie, en concreto en las monedas que hacían alusión a la Ciudad Eterna, es la última vez que aparece representado este motivo en la moneda romana, este hecho sucedió en el año 340 d.c. aproximadamente, momento en que dejaron de labrarse los ½ Centenionalis en los que aparecía.
Espero que estas líneas sean de
utilidad.
Un saludo
Bass
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